Como ya sabéis en mi habitación estaba llena hasta la bandera. En estos últimos meses ocurrió un cambio importante, Pequete no quería el curruqui del amor ( colecho) y se independizó a su cuna voluntariamente dejándome a mi más tirada que una colilla.
Grommy, que es muy amable, me ha estado dando la manita para que no me asustase por la noche.
Pero ahora ha llegado un momento definitivo, que cambia mucho las cosas.
Grommy y Pequete han decidido marcharse a otra habitación. Y digo han decidido por que nosotros les consultamos cada paso o determinación que tenga que ver con ellos.
Por ejemplo, el curso pasado cuando vi que Pequete necesitaba más acción que un GiJoe, pensé si le vendría bien ir a la guardería. Y como era un tema que le afectaba a el principalmente, le pregunté si quería que lo llevase, me dijo que sí y así lo hice. Del mismo modo, tras pasar 4 meses, noté que por la tarde se aburría en casa,un día, al ir a llevar a su hermano al cole, me dijo que quería quedarse con los nenes y lo dejé que se quedara.
Y así les vamos consultando las cosas en las que los son mayores protagonistas.
Esta vez con la mudanza de habitación ha ocurrido lo siguiente.
El sábado por la noche les preguntamos si les gustaría dormir a los dos juntos en la habitación de Grommy. Yo pensaba que no les iba ha hacer mucha gracia, pero por el contrario les entusiasmó.
De modo que metimos la cuna en la habitación del Grommy.
Llegó la hora de dormir y les llevé a la habitación, estaban súper emocionados.
Les puse una pelicula de dibus, besito de buenas noches a papá y mamá y me fui a mi habitación.
Le dije a Sr. Esposo: Estos no duran ni medio microsegundo y nos toca volver a meter la cuna en nuestra habitación.
Así, que me metí en la cama más solita que la una, por que papá aun estaba en el salón viendo la tv.
De repente y en un segundo mi cama había crecido un metro y en mi habitación se podía practicar patinaje artístico.
Es sorprendente el espacio que ocupa una cuna, una cuna que ha dormido 4 años a mi lado de la cama, 2,9 años vacía y 21 meses llena media noche.
Que rara, rara, rarísima me sentí. Y triste también, para que negarlo. Se me hacen mayores...
Cuando papa vino a dormir, de repente una vocecilla grito: Mamiiiiii.
Ya sabía yo que no podía ser tan sencillo....
Mamiiiii, meeeeeeeeeennn!!
Voy cariño.
¿Que quieres, tete?
Mama, ¿"sales" que? ( Traducción simultanea: sabes que)
¿que?
Tengo "mio" ( TS. Tengo miedo)
Pero si está aquí el tete.
¿ Quieres venir a mi cuarto?
No
¿ Entonces me voy?
Si.
Al minuto, se repitío la escena, y así hasta cuatro veces. A la tercera que me dijo que me metiese con el en la cuna...
Pues va a ser que no, que una es pequeña pero no plegable.
Y a la cuarta decidí llevármelo a mi cama a la fuerza y entre lloriqueos, por que el quería dormir en su habitación de mayor junto a su hermano, pero conmigo dentro de la cuna, conseguí dormirlo a mi curruqui. Luego lo llevé a su cuna y allí pasaron toda la noche del tirón.
Cual fué mi sorpresa que se levantaron más contentos que unas pascuas y Grommy que se sentía mucho más mayor; y responsable de su hermano pequeño, pasó un día exento de celos.
Ojiplatica y boquivasica me quedé, ya lo podíamos haber hecho antes, cachis en la mar, cuantos ratitos malos de rey destronado nos hubiesemos ahorrado.
Ahora están encantados y dicen que van a dormir juntos siempre, siempre.
Como te cambia la perspectiva de la vida una emancipación aunque solo sea al cuarto de al lado.
Por mi parte, estoy por dormir con un osito de peluche o Dou Dou, por que la se se siente sola, sola soy yo.
Sr. Esposo está pensando en poner en el espacio sobrante una bicicleta de Spining, ya me estás metiendo trastros jodío, ahora que empezaban mis clases de patinaje artístico.....
See you later. Babbupi's Mumm.
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Abur.